El Presente de la Psicomotricidad

Queremos escuchar y leer a la nueva Generación de Psicomotricistas

Revista de Psicomotricidad

En este espacio Psicomotricistas de distintos lugares del mundo escriben acerca de sus prácticas, conceptos y reflexiones.

Escribiendo acerca del Cuerpo

Revista de Psicomotricidad. Espacio de Experiencias y conceptos compartidos

Información y actualizaciones de nuestra disciplina

Las novedades que van surgiendo en cursos, seminarios y congresos.

Respetando la diversidad de pensamiento y líneas de trabajo

Queremos contar con los referentes de siempre que se muestran generosos con lo que saben y lo comparten.

Psicomotricidad y sus variados campos de acción

En Educación, ámbito Clínico y Comunitario

miércoles, 13 de mayo de 2020

DISPONIBILIDAD CORPORAL EN TIEMPOS DE PANDEMIA



(breve reflexión) de:

Lic. en Psicomotricidad
Esp. en Atención Temprana del Desarrollo Infantil


A modo de introducción, cuando hablamos de Psicomotricidad, interesa destacar la importancia de la relación que se establece entre el Psicomotricista y su paciente/alumno en el espacio destinado a tal fin. Es allí y a partir de esa relación, mediada por un dialogo tónico-corporal que fluye naturalmente entre los participantes, en donde se edifican y surgen, entre otras cosas, producciones en términos de simbolizaciones y representaciones, que favorecen el desarrollo integral de la persona. Además, los Psicomotricistas contamos con herramientas fundamentales para llevar a cabo nuestra tarea, entre las que se destacan: una escucha atenta, la disponibilidad corporal y la capacidad tónico-empática, que nos permitirán recibir al otro como persona única, portadora de una historia singular.
Actualmente, y desde que se inició el proceso de aislamiento obligatorio, me he encontrado con una amplia variedad de discursos (en los que me incluyo), tanto de familias como de profesionales. Pese a ello muchos coincidieron en que el uso de la virtualidad, impuesta por actividades escolares o laborales, afecta la cotidianeidad de cada familia en general y de cada integrante en particular; manifestando agotamiento o cansancio extremo, dificultades en la organización de rutinas, dificultades en conciliar el sueño y mantener una alimentación adecuada, etc.
Si bien el escenario que se nos presenta es absolutamente dinámico e impreciso, creo que es momento de reflexionar y poder pensar juntos los desafíos con los que nos encontraremos cuando finalice la pandemia, tanto en el ámbito educativo como terapéutico.
Pienso que debemos centrar nuestra mirada, con amorosidad y empatía, en cómo cada familia en particular atravesó el proceso de aislamiento. Teniendo en cuenta sus recursos económicos, la disponibilidad que los adultos pudieron mantener para con los niños dentro de un marco de preocupaciones y obligaciones, cómo afectó dicha disponibilidad en los vínculos cotidianos y las implicancias que ello tuvo en la actividad lúdica o “juego” de los más pequeños, entre otras cosas.
En otras palabras, si tenemos en cuenta las diferentes variables que atraviesan el desarrollo de la persona, desde su equipamiento biológico hasta el soporte social, cultural, psicológico y ecológico con el que cuenta, podremos desarrollar estrategias que respondan exclusivamente a las necesidades y posibilidades de cada niño y su familia.



martes, 5 de mayo de 2020

¿De qué hablamos cuando hablamos de Clínica Psicomotriz?





Al hablar de clínica se habla de sufrimiento, de algo que está obturando, algo que genera malestar. Se piensa en el sufrimiento que se deja entrever en las producciones tónico-posturales, y no de un desarrollo que se considere esperable o saludable.

La mirada técnica recae sobre el sujeto en relación con su cuerpo y con el Otro. Es en el funcionamiento y la funcionalidad donde se encuentra la especificidad de nuestra disciplina. 

Se considera el funcionamiento, como el uso singular que cada sujeto hace de una función. En la funcionalidad consta el valor que tienen para el Otro los actos que el sujeto realiza y el significado que le otorga. Función, funcionamiento y funcionalidad se encuentran entrelazados ya que el sujeto en todo su accionar es y se encuentra en continua relación con un Otro.

Al intentar comprender el sufrimiento desde la clínica psicomotriz, se hace necesario un “viaje” por la historia del sujeto, teniendo en cuenta que es en su historia donde se reflejan las inscripciones de su cuerpo.
Se considera fundamental comenzar por el inicio, emprender junto a ese Otro significativo el recorrido de su historia, que cuenta, que dice y que calla, sobre el padecer del niño.

El cuerpo de un sujeto, antes de ser expresivo, es receptáculo, un lugar de inscripción, una forma implacablemente destinada a imprimirse con los escenarios y colores de otros.
Lo central del diagnóstico, es ubicar la posición del cuerpo, el cual se encuentra atravesado por el discurso de la familia, de la escuela, e inmerso en un contexto determinado. 

El quehacer que nos compete es el de observar, escuchar, leer y pensar lo que se habla de ese cuerpo receptáculo, lugar de múltiples inscripciones, para así intentar comprender qué sucedió en esas etapas de construcción y poder pensar el porqué del  origen de los síntomas.

La clínica implica una posición interdisciplinaria y ética. Considero que puede parecer cómodo trabajar con otros dado el origen de esta disciplina y he observado que generalmente somos nosotros (los psicomotricistas), los que buscamos a otros profesionales para resolver el tema que nos convoca (dada la necesidad de estar con otros), para poder comprender, para dar completud

Pueden existir diversos caminos para arribar a un diagnóstico y/o tratamiento. Cada uno encontrará su método propio para comenzar, pero con la certeza de que vamos a tener modos de trabajo pensados a cada sujeto en particular y no en líneas generales. Me gusta creer que a cada individuo le pueda corresponder tanto un diagnóstico como un psicomotricista diferente.



Editora Licenciada en Psicomotricidad Mady Alvarado

¿Cómo pensar la (re)construcción del cuerpo en tiempos de pandemia?



Momento inédito el que nos toca vivir, en estos días de aislamiento, y con un futuro de encuentros restringidos. En la actual situación de aislamiento social, donde construimos islas solo franqueadas ocasionalmente por algún miembro que “sale” a realizar algún trámite o realizar alguna compra.

Un tiempo sin tiempos, donde no hay horarios, ni días diferenciados, donde se desestructuran las rutinas, y trastocan los hábitos; y sabiendo que el hábito estructura temporalmente, y que el cuerpo se estructura a partir de una sucesión de tiempos, de pausas, de actividad y distensión, nos queda plantearnos ¿cómo estructurar el tiempo desestructurado?

Por otro lado, si pensamos que la construcción del cuerpo se realiza en la vivencia con el cuerpo del otro, y  desde la experiencia con el prójimo, y vemos que nuestro prójimo, más allá de nuestra familia cercana, lo vemos y escuchamos virtualmente a través de una pantalla, y en un futuro, bastante extenso (e incierto), pensamos ¿cómo serán las futuras experiencias corporales mediatizadas por un distanciamiento prudencial, el no contacto ( se está hablando que deberemos cambiar hasta nuestra afectiva forma de saludarnos), sin descartar que internamente se llegue a pensar al otro como posible agente de contagio!

Respecto a la construcción de una adecuada imagen corporal, como un producto que se va desarrollando a partir de la experiencia de ser tocado por el otro y de interactuar con el mundo circundante; nos quedará pendiente cómo resolver la calidad de ese toque, esa caricia y la experiencia con un mundo que nos rodea que ahora representa peligro, un peligro de contagio invisible, no medido.

Y, por último, pensando en los juegos corporales, estos que cumplen un rol estructurante, ya que en ellos se ponen en juego la calidad del encuentro con el cuerpo del otro en todas sus dimensiones. Es aquí que abrimos la reflexión de ¿cómo pensar los encuentros?,¿son realmente encuentros, si los cuerpos deberán permanecer a distancia?

Serán momentos de pensar en el sostén de la mirada, el abrazo de las palabras, el arrullo de una canción; el mecer, sostener y abarcar con un relato, un cuento.
Estamos viviendo nuevos tiempos, y nuevos desafíos nos reclaman…



Editora Licenciada en Psicomotricidad Mady Alvarado