martes, 5 de mayo de 2020

¿De qué hablamos cuando hablamos de Clínica Psicomotriz?





Al hablar de clínica se habla de sufrimiento, de algo que está obturando, algo que genera malestar. Se piensa en el sufrimiento que se deja entrever en las producciones tónico-posturales, y no de un desarrollo que se considere esperable o saludable.

La mirada técnica recae sobre el sujeto en relación con su cuerpo y con el Otro. Es en el funcionamiento y la funcionalidad donde se encuentra la especificidad de nuestra disciplina. 

Se considera el funcionamiento, como el uso singular que cada sujeto hace de una función. En la funcionalidad consta el valor que tienen para el Otro los actos que el sujeto realiza y el significado que le otorga. Función, funcionamiento y funcionalidad se encuentran entrelazados ya que el sujeto en todo su accionar es y se encuentra en continua relación con un Otro.

Al intentar comprender el sufrimiento desde la clínica psicomotriz, se hace necesario un “viaje” por la historia del sujeto, teniendo en cuenta que es en su historia donde se reflejan las inscripciones de su cuerpo.
Se considera fundamental comenzar por el inicio, emprender junto a ese Otro significativo el recorrido de su historia, que cuenta, que dice y que calla, sobre el padecer del niño.

El cuerpo de un sujeto, antes de ser expresivo, es receptáculo, un lugar de inscripción, una forma implacablemente destinada a imprimirse con los escenarios y colores de otros.
Lo central del diagnóstico, es ubicar la posición del cuerpo, el cual se encuentra atravesado por el discurso de la familia, de la escuela, e inmerso en un contexto determinado. 

El quehacer que nos compete es el de observar, escuchar, leer y pensar lo que se habla de ese cuerpo receptáculo, lugar de múltiples inscripciones, para así intentar comprender qué sucedió en esas etapas de construcción y poder pensar el porqué del  origen de los síntomas.

La clínica implica una posición interdisciplinaria y ética. Considero que puede parecer cómodo trabajar con otros dado el origen de esta disciplina y he observado que generalmente somos nosotros (los psicomotricistas), los que buscamos a otros profesionales para resolver el tema que nos convoca (dada la necesidad de estar con otros), para poder comprender, para dar completud

Pueden existir diversos caminos para arribar a un diagnóstico y/o tratamiento. Cada uno encontrará su método propio para comenzar, pero con la certeza de que vamos a tener modos de trabajo pensados a cada sujeto en particular y no en líneas generales. Me gusta creer que a cada individuo le pueda corresponder tanto un diagnóstico como un psicomotricista diferente.



Editora Licenciada en Psicomotricidad Mady Alvarado