martes, 19 de junio de 2012

La Percepción Corporal como base de la Psicomotricidad



Llevo muchos años trabajando con niños y adultos, formando docentes y terapeutas de distintas áreas y en todos me encuentro con que lo que facilita el aprendizaje y proporciona la experiencia para luego guiar a otros en su desarrollo, es la escucha perceptiva del propio cuerpo para luego poder expresarse de una forma integrada.

Partiendo de la base de que en la cultura occidental, no se suele enseñar a los niños a cuidar y conocer su cuerpo, nuestra conciencia corporal es precaria: en general no sabemos cómo es su funcionamiento, cómo es el mecanismo que nos permite movernos y la relación que tienen sus distintas partes entre sí.

Para tener un cuerpo saludable, que funcione correctamente, es necesario aprender a mantener activa toda nuestra estructura muscular, articular y ósea.

En la infancia nuestro cuerpo tuvo las condiciones propicias para tener una vida orgánica y sana, pero a causa de malas costumbres, momentos de presión y crispaciones, la musculatura se va tensando y el fluir lógico de nuestra estructura se dificulta. Con la repetición de estos procesos las formas se van anclando y así se conforma una coraza, con la cual es difícil sentirse cómodo.

También forma parte de esta conformación, todo lo que hemos ido escuchando sobre nosotros y nuestro cuerpo desde pequeños. El cuerpo es un mapa, donde todo queda reflejado. Nuestra reacción a los acontecimientos, le va dando la forma y el movimiento que tiene. Si durante un paseo por la calle, observamos detenidamente las diferentes posturas corporales de la gente, veremos un alto porcentaje de hombros levantados, cuellos cortos, espaldas encorvadas y piernas torcidas, pero por lo general, hasta que no hay un dolor profundo, no se consulta con un especialista.

Para llegar al desarrollo de la sensibilidad corporal, se requiere una capacidad de observación profunda durante el movimiento. La práctica de los ejercicios de sensibilización en las clases de Movimiento Consciente, nos posibilita luego disfrutar de esta percepción en la vida cotidiana y una psicomotricidad mejor desarrollada.

Es importante apuntar hacia el fortalecimiento y elasticidad muscular y de las articulaciones, logrando movimientos saludables, armónicos y placenteros. Existe una relación entre la tonicidad corporal y lo vivido consciente e inconscientemente: la experiencia personal determina la expresión de nuestro cuerpo, sus actitudes, movimientos, la emisión de la voz y la respiración.

¿Por qué no buscar también la belleza del movimiento? Hay que tener en cuenta que la forma en la que andamos, nos movemos, nuestros gestos, son la vía de comunicación que tenemos con nuestro entorno. La armonía es algo que transmiten aquellas personas cuyos movimientos fluyen orgánicamente.

Con el trabajo corporal se corrigen  defectos posturales, se presta especial atención a columna, cuello, ubicación de la cabeza, hombros, forma de pisar con los pies, dirección de las rodillas entre otros, así se consigue un cuerpo más “cómodo” y se mejora la calidad de vida.

Cada profesión o actividad, tiene una determinada forma en la que la persona se relacionan corporalmente con ella, al trabajar varias horas diarias, se utilizan posturas que con el tiempo, si no se realizan ejercicios compensatorios, producen dolores, tendinitis y deformaciones óseas, sería importante en cada caso corregir esa postura.

Las posturas y actitudes corporales pueden cambiarse. Para ello es necesario observarse y tomar conciencia de nuestros hábitos corporales. Así tendremos más libertad para experimentar nuevos movimientos, para disfrutar de nuestro cuerpo y cuidarlo mejor. Es importante partir de la base de que todo cuerpo puede ser modificado, estas estructuraciones son reversibles, es cuestión de proponérnoslo y ponernos en manos de alguien que nos ayude y nos guíe.

Podremos recobrar la movilidad y la vitalidad de los músculos que los acontecimientos o los malos hábitos han llevado a retraer, incluso acortar y a atrofiar. Además retomar contacto con los músculos conocidos y desconocidos hasta ahora por nosotros. La tarea será ir localizando nudos y tensiones de cada uno y aprender a disolverlos mediante movimientos puntales y realizados de forma correcta.

Se pueden adaptar las clases de Psicomotricidad a todas las edades y estados físicos,  cada persona aprende a escuchar su cuerpo y va avanzando en la medida de sus posibilidades, no con prisas, sino con respeto, se busca que todos puedan sentirse autónomos en su cuidado.

La corrección postural hace que ahorremos energía, en vez de gastarla intentando llevar estas dificultades a cuestas. Con una buena postura, la musculatura sostiene el esquema corporal correctamente, lo que permite obtener un mayor rendimiento muscular.

Una vez que los alumnos pueden sentirse y conocerse le será más fácil comunicarse y jugar con otros. Su desarrollo en grupo resultará fluido y como una continuación del trabajo personal. La práctica en un grupo donde se sienta contenido y guiado por el coordinador, le ayudará a desenvolverse en la vida cotidiana



Florencia Verde Street

Creadora del método Movimiento Consciente
Directora de la Escuela de
Expresión Corporal de Madrid-España
(Homologada por el Ministerio de Educación de España)
Tel: 00 34 91 3663807
E mail: movimientoconsciente@gmail.com
Web: www.expresion-corporal.es


www.revistadepsicomotricidad.com agradece públicamente a Florencia Verde Street por enviar este artículo desde España.