lunes, 9 de febrero de 2015

HISTORIA DE VIDA DE BERNARD AUCOUTURIER. LA EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO CUERPO EN SU TEORÍA



Autoras: Lic. Elisa Lorenzo (lilailore@hotmail.com) y Lic. María Mendina (mariamendina@hotmail.com)                                                            
Entrevistado: Bernard Aucouturier                                                                                              
Tutor:
Lic. Ana Inés Cajarville

Este trabajo fue presentado como nuestra Memoria de Grado para obtener el título de Licenciado en Psicomotricidad, emitido por la Facultad de Enfermería y Tecnología de la Salud de la Universidad Católica del Uruguay.

El Objetivo sobre el que se basa la presente investigación es: explicar la evolución del concepto de cuerpo en la teoría de Bernard Aucouturier a través de su historia de vida. Analizando hechos personales, profesionales e históricos que influyen en la evolución del concepto de cuerpo en su teoría.
A su vez, intentamos distinguir la relación entre el concepto de cuerpo para Bernard Aucouturier y las diferentes formas de Intervención Psicomotriz que el autor propone a lo largo de su trayectoria.
         Para lograr nuestro trabajo, acudimos a la “historia de vida”, que es un “método de investigación cualitativa para reunir información sobre la esencia subjetiva de la vida entera de una persona” (Vasilachis de Gialdino et al., 2006, 176).
         Los métodos, instrumentos y técnicas utilizados fueron: la entrevista biográfica[1], el estudio de la autobiografía  de Bernard Aucouturier y  el análisis de los cambios en el concepto de cuerpo en la producción bibliografía de Bernard Aucouturier desde 1974 al 2004.
El contexto conceptual que tomamos se basa en el concepto de cuerpo en Psicomotricidad, la Práctica Psicomotriz Educativa, la Fundamentación de la elección del sujeto investigado y el contexto de Francia en la vida de Bernard Aucouturier.
En la parte central de nuestra investigación, desarrollamos diferentes etapas en la historia de vida de Aucouturier (el pasado, el ejercicio profesional y la etapa actual), subdivididas según los distintos conceptos de cuerpo que entendemos representan cada período de las mismas, elegidas tras nuestro análisis de forma personal.
A continuación presentaremos un breve resumen de la parte central de nuestro trabajo.

El pasado

1.     Cuerpo libre: el cuerpo es tomado desde una visión monista (cuerpo inseparable  de la mente), donde la experiencia es vital para el aprendizaje y para poder transformar el ambiente.

Infancia y adolescencia (1934-1948)
Aucouturier nace en Tours, Francia, en 1934. Nos relata en relación a sus primeros años de vida:

“Pienso que en primer lugar lo que condicionó mi vida fue mi infancia, con mis padres, maestros de escuela, que me criaron dándome mucha libertad y permitiéndome aprovechar al máximo la naturaleza que me rodeaba ya que vivíamos en el campo. Mis padres nunca me coaccionaron para estudiar y mi padre, que era un ferviente adepto de Célestin Freinet [1896-1966], gran pedagogo francés, me prodigó una educación y una enseñanza basadas en la pedagogía abierta orientada hacia el mundo exterior. Esto fue determinante en la primera parte de mi vida, es decir en mi infancia” (Aucouturier, 2010a, 76).

Entendemos que las raíces del autor se nutren de la “Escuela Nueva”, especialmente de la pedagogía de Freinet. Estas “huellas” se hacen presentes en el gusto por los deportes y en su elección por la Educación Física como profesión a seguir.
Encontramos que la fundamentación ideológica de sus primeros libros (“Educación vivenciada: Los contrastes y el descubrimiento de las nociones fundamentales”, “Asociaciones de contrastes, estructuras y ritmos”, “Los matices” y “Simbología del Movimiento”) dejan traslucir varios de los pensamientos de Freinet. Cabe destacar que estas ideas son principalmente tomadas desde el discurso y la teoría; no lográndose concretar en la práctica .Aucouturier y Lapierre (1974a) afirman a nivel teórico, que no hay que adaptar al niño a una enseñanza predeterminada sino que hay que adaptar la enseñanza a cada niño y cada grupo de niño. Luego a nivel práctico, esto no es posible de llevar a término y plantean ejercicios propuestos por el maestro para todo el grupo. Aunque teóricamente proponen un primer momento de espontaneidad, se evidencia que de alguna forma, se espera del niño determinadas actitudes y consecuencias de las propuestas planteadas.
No podemos dejar de lado el momento histórico en el cual crece Aucouturier, ya que en este período transcurre la Segunda Guerra Mundial, en la cual Francia está íntimamente involucrada, ocupada por Alemania. Aucouturier (s.f., 104) escribe en su relato autobiográfico: “personalmente, guardo un recuerdo vivo de la liberación de mi pueblo por las tropas americanas y de todo el período de 1940-1945”.
 Encontramos cierto antagonismo entre los ideales de su familia y el contexto que estaba ocurriendo en el país, existiendo ciertas dificultades en llevar a cabo una “vida libre”, en un período en el cual el pensamiento de la población civil no es tomado en cuenta.

2.     Cuerpo eficaz, cuerpo del deporte: cuerpo que tiene reglas, que se le exige, que debe rendir. En su profesión la experiencia del cuerpo tiene un valor importante, pero al mismo tiempo la libertad de movimiento se ve limitada.



Formación inicial y Educación Física (1948-1963)
Aucouturier (2010a, 77) narra sobre el comienzo de esta etapa: “(…) no me interesé mucho en los estudios secundarios pero sí en los deportes. Luego seguí haciendo mucho deporte y opté por los estudios de educación física, los cuales, una vez terminados, me valieron el diploma de Profesor de Educación Física”.
         En este hecho identificamos diferentes lecturas, por un lado, elige una profesión donde la experiencia del cuerpo tiene un valor importante, pero al mismo tiempo la libertad de movimiento se ve limitada, el cuerpo es disciplinado. El investigado trasmite (2010a, 77):

“no aprecié para nada la formación que se me prodigó durante dichos estudios y después de haberlos terminado decidí no enseñar en los establecimientos a los cuales estaba destinado, sino que pedí que me nombraran en un centro que recibiera niños con dificultad en la ciudad de Tours donde yo residía”.

         Este comentario del autor nos resulta muy radical, ya que como mencionamos anteriormente, estos estudios que realiza tienen un origen en el cuerpo. La Educación Física se encuentra íntimamente relacionada con los comienzos de la Teoría Psicomotriz.
Nos cuestionamos si el darse cuenta de que la Educación Física no es de su agrado, no fue un puntapié para buscar nuevas formas de “trabajar” con el cuerpo. El autor cuenta que “ahí arrancó mi investigación orientada hacia la expresión libre, el movimiento libre para hacer que esos niños pudieran salir adelante de la mejor manera posible” (Aucouturier 2010a, 77).
A su vez hallamos que la Educación Física brinda fundamentos a sus primeras prácticas y obras.
Vinculamos su disconformidad con los estudios de Educación Física y su comienzo de una concepción de cuerpo más abierta, que la trasmitida por esta disciplina, con la década de los 60. Etapa de revolución cultural, social y política de Francia. Distinguimos este período histórico como el comienzo de un cambio en la ideología de la sociedad francesa, especialmente en el sector profesional.
En una segunda entrevista realizada al autor, revaloriza sus estudios en Educación Física, al decir que no puede separar el concepto de cuerpo que él ha logrado consolidar en la actualidad, de esa formación inicial. Al mismo tiempo, propone que esos estudios le enseñaron el análisis del movimiento, la biomecánica y por sobre todo, le enseñaron a enseñar el movimiento y a compartir el placer de enseñar el mismo (Aucouturier, 2010b).
Según Cerutti (s.f.), en 1960 se origina el concepto de Educación Psicomotriz en Francia. Subrayamos este hecho ya que el lograr denominar este tipo de Educación, refiere a una apertura de pensamiento, que permite una nueva línea de estudio, en la cual está inmerso Aucouturier. Le Camus (1986) plantea que en dicha disciplina, las personas que teorizan, no son las mismas que las que ejercen la práctica. En este momento es donde se manifiesta un dualismo (entre los que realizan la práctica y los que teorizan), motivo de que surjan los problemas epistemológicos de la Psicomotricidad.

“En 1962 volví a mi región para trabajar como profesor del Centro de Reeducación Física de Tours. Cambié mi orientación profesional y empecé a intervenir con niños que presentaban alteraciones morfológicas y funcionales y algunas veces graves trastornos del comportamiento; la vía estaba trazada. A partir de 1963, comencé una experimentación que me llevaría poco a poco hacia la Práctica Psicomotriz en el campo educativo y terapéutico” (Aucouturier s.f., 105).

Aucouturier (2010b) relata que sus veintinueve años fueron un momento clave de su “giro” profesional. También en este período, es formador de docentes especializados en niños con dificultades en la Universidad de Tours.

El sujeto investigado, comenta que su vida ha sido marcada por el servicio obligatorio militar francés que realiza en Argelia[2] en 1959; a sus 25 años, cuando ya está casado y con sus dos primeros hijos.

“(…) un período negro por todas las atrocidades que allí vi y viví. La creación de dos escuelas y un dispensario me permitieron ser útil para calmar el dolor de la población. Este período ha sido decisivo en el respeto que siento hacía las personas en situación de debilidad y hacía las otras culturas” (Aucouturier, s.f., 104).

El ejercicio profesional

3.     Cuerpo instrumental: como herramienta de conocimiento, diferente al de la Educación Física y deportiva que es instrumento de acción. Este cuerpo instrumental de la inteligencia, prevalece frente a cualquier otra dimensión corporal; aunque se menciona a la afectividad como parte importante del proceso de enseñanza.

Hacia la Teoría Psicomotriz (1963-1974)
En el Centro Tours, Aucouturier tiene la posibilidad de realizar la reeducación morfológica y respiratoria destinada a niños que presentan ambas deficiencias, al mismo tiempo de efectuar una experiencia pedagógica con niños en clases de perfeccionamiento, “(…) clases anexas a cada escuela elemental que acogían a los niños que no podían seguir un ciclo normal de aprendizajes escolares a causa de diversas dificultades de adaptación” (Aucouturier, s.f., 106).

De esta forma comienza la creación y experimentación de la práctica en educación y terapia. En estos dos tipos de intervención, se trasluce una visión de cuerpo instrumental, al cual es necesario corregir. Es decir un cuerpo que sirve como herramienta, como medio para lograr un fin.

A sus treinta y tres años, junto a Lapierre[3] y Vayer, crea la Sociedad Francesa de Educación y Reeducación Psicomotriz (S.F.E.R.P.M.) y en 1969 tiene lugar el primer coloquio internacional de la S.F.E.R.P.M., donde el interés se centra en una visión más relacional del cuerpo en la educación y en la terapia (Aucouturier, s.f.).
Simultáneamente trabaja como profesor en el Centro de formación de maestros de la infancia inadaptada, formando reeducadores en Psicomotricidad para el Ministerio de Educación Nacional. El autor afirma que esto lo “obliga” a escribir sobre sus experiencias y a profundizar en sus conocimientos (Aucouturier, s.f.).
A partir de este momento comienza con su extensa producción bibliográfica.

Sus primeros libros escritos en coautoría con Lapierre y publicados todos en 1974: Educación vivenciada: Los contrastes y el descubrimiento de las nociones fundamentales”, “Asociaciones de contrastes, estructuras y ritmos” y “Los matices” conforman una trilogía que refleja su experiencia pedagógica en el Centro Tours.
En esta trilogía los autores refieren a “un cuerpo para la escuela”; desde una concepción que toma a la educación más allá de la trasmisión de conocimiento. Podemos pensar entonces que comienzan a crear una “pedagogía constructivista”. Donde el cuerpo se concibe como instrumento de la inteligencia. Constatando que la inteligencia y la afectividad, dependen de las vivencias corporales.
Proponen una intervención en la cual, de cierta forma, intentan conducir al niño desde la vivencia a la abstracción.
Desde nuestro punto de vista, los libros podrían ser considerados como manuales para maestros, donde se proponen “ejercicios” (a pesar de que los autores dicen que no lo harán) para hacer más fácil las enseñanzas de las nociones fundamentales.

Destacamos que estas experiencias, a partir de las cuales los autores desarrollan su teoría, ocurren durante el  “Mayo francés”. Época caracterizada por grandes revoluciones estudiantiles, en su intento por romper con la ideología tradicional francesa y el comienzo por una mayor libertad del cuerpo. Aucouturier (2010a, 82) opina sobre este período: “(…) fue algo muy importante en Francia y yo pienso que fue a partir de esa época cuando se desarrolló el interés por la expresión libre, por el cuerpo, por las sensaciones, las emociones y fantasmas relacionados al cuerpo.” Considera que además de ser una revolución cultural, es una revolución relacional, en la que el cuerpo evoluciona hacia una dimensión más expresiva y libre (Aucouturier, 2010b).
Aucouturier y Lapierre (1980, 10) recalcan que si bien la sociedad francesa luego del “Mayo del 68” empieza a desprenderse del “conformismo burgués”, la educación continua aún visiblemente impregnada por él.
Con las ideas que exponen en sus obras, tanto teóricas como prácticas, intentan resolver estas dificultades, así como superar a la educación tradicional, proponiendo una pedagogía a partir de la vivencia motriz y desde el propio niño.

En los años 70, Aucouturier  forma parte de diferentes asociaciones que agrupan quinesiólogos, psicoanalistas, psicólogos, psicoterapeutas, profesores de Educación Física, entre otros. El autor menciona que:

“el frecuentar a esos profesionales acrecentó el conocimiento que tenía yo del niño y constituyó una contribución que me permitió ir elaborando la práctica psicomotriz como la concibo yo, lo que me condujo ya desde aquel entonces a comenzar a construir mi teoría de hoy” (Aucouturier, 2010a, 77).

De lo que deducimos que su dimensión de cuerpo continúa cambiando, ahora gracias a los aportes de varias disciplinas.

4.     Cuerpo simbólico: un cuerpo en movimiento, portador de gestos y de vivencias que tienen valor simbólico e inconsciente. Un cuerpo de afectividad, pulsional, lugar de placeres y deseos. El cuerpo es tomado como lugar de comunicación y relación, a través de la acción y del movimiento. Dimensión corporal basada fundamentalmente en la libertad, en el ser autónomo; adaptarse, elegir, aprender.

Auge de la Terapia Psicomotriz (1974-1980)
En 1974 el Estado Francés reconoce como oficial el Título de Psicoreeducador (Cerutti, s.f.). Según Aucouturier (2010a, 79) “(…) progresivamente, los especialistas del cuerpo que trabajaban en los hospitales, se fueron alejando paulatinamente de nosotros para formar grupos de psicomotricistas que todavía no estaban ‘oficializados’”.
Aucouturier (2010a, 80) afirma que en 1976, nacen “oficialmente” los psicomotricistas “(…) ya que fue en ese año cuando empezaron a organizarse, creando sus estatutos, así como también su sindicato”; recién en 1985 Francia otorga oficialmente el Título de Psicomotricista (Cerutti, s.f.).

A nivel profesional esta época es considerada por el autor como un momento capital.

“Algo muy importante ocurrió durante esa época: mi trabajo con Bruno, que sólo fue posible en esa época. Ese trabajo tuvo una implicación muy fuerte en todo lo relacionado con lo corporal y lo emocional. Pienso que hoy en día no sería posible hacer ese tipo de trabajo en Francia como tampoco en muchos otros países ya que por haber habido excesos se instauraron luego controles sobre las ayudas a la infancia, sobre las maneras de actuar y las técnicas corporales sobre los niños. Sobre todo que hubo procesos, juicios, intentados por padres o por asociaciones que establecieron que había habido excesos en lo que se refiere a las relaciones corporales con los niños. Hoy todo eso está muy controlado y yo pienso que el trabajo de Bruno sería muy difícil de realizar” (Aucouturier, 2010a, 82).

“Estaba convencido, de que el fundamento y la originalidad de la terapia psicomotriz estaba en las antípodas de las prácticas instrumentales” (Aucouturier, s.f., 107).

En 1972 filma el trabajo que estaba realizando con Bruno, un niño de siete años y medio con parálisis cerebral, quien aún no habla. A raíz de este caso clínico en 1976 publica el libro La educación psicomotriz como terapia `Bruno´”, nuevamente en coautoría con Lapierre.
En esta obra relatan el tratamiento de este niño Bruno, con terapia psicomotriz para la cual van a tomar en cuenta un núcleo psico-afectivo, al que denominan “yo-profundo”, el cual se halla unido íntimamente a “las experiencias corporales, a las modulaciones tónicas de las vivencias del cuerpo, a la carga afectiva inducida por el movimiento y la situación del cuerpo en relación con el otro y con el objeto” (Aucouturier y Lapierre, 1976, 15). En este libro intentan desarrollar una conceptualización sobre la Terapia Psicomotriz, describiendo el proceso y el sentido de este modelo de intervención.
A través del caso clínico se critica la concepción tradicional de reeducación, cuya actividad se centra en el déficit, la falta, lo negativo. En cambio, su intervención se centra en las potencialidades del niño, toman a la carga afectiva como aspecto fundamental que posibilita el desarrollo y la comunicación del niño. Este encare del problema se presenta como una revolución pedagógica que plantea un nuevo modelo de relación, en el cual el adulto acompaña, más que dirige, lo que progresivamente va aumentando la autonomía del niño.
En esta terapia podemos identificar que los autores consideran al cuerpo como la forma de comunicación más primitiva, como lugar de placer. El cuerpo que no miente, expresión de lo más profundo del ser. Cuerpo como inscripción de las relaciones tónico-emocionales con los demás, a través del cual se trasmite un sistema simbólico de la gestualidad.
Aucouturier (2010a) plantea que a partir de este trabajo varios psicomotricistas sienten que lo que él había realizado era lo que ellos pensaban pero no se animaban a hacerlo.

“Por eso pienso que yo abrí en ese momento una puerta a mucha gente que se pudo implicar corporalmente con los niños y fue eso lo que me permitió que se me conociera muy bien en el extranjero. Fue un momento fuerte en mi vida profesional” (Aucouturier, 2010a, 83).

Por otro lado, este libro fue muy controversial entre los psicomotricistas y ha recibido muchas críticas. El propio Aucouturier (2010a) opina que en la actualidad, no sabría si volvería a realizar esta intervención de la misma manera.
Le Camus (1986) critica duramente la terapia que realizaron con Bruno, pese a que inicialmente fue “seducido” por la misma como muchos otros. Fundamentalmente realiza tres grandes críticas: una de orden deontológico[4], una segunda de orden epistemológico[5] y por último, critica la metodología de la Terapia Psicomotriz utilizada.

“Simbología del movimiento. Psicomotricidad y educación” se presenta en 1975 como una obra donde los autores, Aucouturier y Lapierre, “rompen” con los aspectos pedagógicos de su teoría y recalcan más los aspectos afectivos y emocionales del psiquismo de la persona.
En este texto, expresan un cambio en la denominación de “reeducación” a “educaciónbasándose en una dialéctica entre pensamiento y acción.
Pedagógicamente se apunta a la espontaneidad. El acto ya no es, entonces, un acto puramente intelectual, racional, sino que es la expresión directa de “algo” más significativo.
 El cuerpo, en este libro,  es tomado como lugar de comunicación y relación, a través de la acción y del movimiento. Se pretende tomar en cuenta “el cuerpo erógeno” que en la educación formal se intenta ignorar (Aucouturier y Lapierre, 1975).
Proponen una dimensión corporal basada fundamentalmente en la libertad, en el ser autónomo; adaptarse, elegir, aprender.

La dupla Aucouturier y Lapierre escribe su último libro en conjunto, llamado El cuerpo y el inconsciente en educación y terapia”, en 1980.
En este libro se intenta mostrar a la Intervención Psicomotriz como vía de exploración del inconsciente y de los complejos mecanismos psicológicos en los que se basa el comportamiento humano.
En esta obra se presenta una visión diferente sobre el cuerpo:

“El cuerpo no es solamente ese instrumento racional al servicio de un pensamiento consciente. Es también y ante todo, lugar de placer y displacer, reservorio de pulsiones, medio de expresión de los fantasmas individuales y colectivos de nuestra sociedad, al servicio del inconsciente, tanto o más que del consciente” (Aucouturier y Lapierre, 1980, 11).

Los autores (1980, 59) entienden que “el hombre es un ser psicomotor, un cuerpo que piensa, que fantasea, que actúa” y que es un “lugar simbólico” (Aucouturier y Lapierre, 1980, 72).  
En su trabajo, se halla implicado el propio cuerpo del terapeuta, que interviene a través del mismo y de sus cambios tónicos, modelando así la vivencia inconsciente y consciente; a diferencia del psicoanálisis que lo hace a nivel del discurso sobre el cuerpo.
Aucouturier y Lapierre (1980) siguen concibiendo al cuerpo como lugar de lo simbólico, aunque en este libro intentan ir más allá, alcanzando un nivel imaginario, “en el sentido lacaniano del término, es decir, los fantasmas inconscientes que sustentan el comportamiento así como el lenguaje” (Aucouturier y Lapierre, 1980, 8).  Esta  dimensión fantasmática del cuerpo, es retomada en su pensamiento más actual, período que denominamos más adelante como “Cuerpo tónico-emocional fantasmático”.
En nuestra opinión en esta obra se expone un tipo de intervención que no toma la singularidad de cada sujeto, ya que se formula a lo largo de la obra  un trabajo a modo de “receta”; existiendo cierta discordancia entre los conceptos utilizados teóricamente y la práctica planteada.

En 1980, Aucouturier rompe profesionalmente con Lapierre
Luego de este suceso, el investigado continúa trabajando “solo”, pero siempre enriqueciéndose del discurso de otros profesionales y de sus propios alumnos. Comienza a recorrer el camino de un nuevo trabajo que luego se concretará como Práctica Psicomotriz Aucouturier (PPA) (Aucouturier, 2010b).
        
5.     Cuerpo tónico-emocional: El cuerpo es concebido como relación de apertura o de cierre al mundo, como forma privilegiada de ser y modo  de expresión. Entre las relaciones que el cuerpo tiene con el mundo, destaca las tónicas y emocionales.

Conceptualización de la Práctica Psicomotriz Educativa (1982-1985)
En 1984 produce, junto a Darrault y Empinet, una de sus obras más conocidas: La Práctica Psicomotriz. Reeducación y Terapia”, escrita en un contexto de trabajo con profesores del Ministerio de la Educación Nacional, los cuales no tenían una orientación psicoanalítica, lo que de alguna manera limita sus ideas personales (Aucouturier, 2010a). Quizás el escribir este trabajo junto a funcionarios ministeriales hizo que se retomara el término “reeducación”, tan criticado por Aucouturier.
La intención de este libro es mostrar una Práctica Psicomotriz con su propia especificidad, técnica y pedagogía, proponiendo un marco original y específico para la Psicomotricidad y una identidad más afirmada del psicomotricista.
Se proporciona al movimiento corporal un valor como expresión “de ser y de estar (…) del niño en el mundo” (Aucouturier, Darrault y Empinet, 1984, 22). Se concibe al placer sensoriomotor como camino del cambio del niño y fuente de evolución.

Los autores plantean que en la enseñanza formal “se intenta tratar al niño como un ser de racionalidad, incompleto, dotado de un cuerpo, al ser de racionalidad se le va a proporcionar una educación intelectual -la verdadera- y al cuerpo una cultura física.” (Aucouturier, Darrault y  Empinet, 1984, 24). Por lo que piensan a la Práctica Psicomotriz como una necesidad, ya que los principios pedagógicos y educativos son inadaptados para los niños. Precisamente contra este sistema educativo es que “luchan” estos autores con su propuesta.

En esta obra la noción de cuerpo no está expresada explícitamente pero se destaca el énfasis que se brinda a los conceptos de expresividad psicomotriz y globalidad. Aucouturier (2010a) a través de su propuesta en este libro, deja entrever una dimensión tónico-emocional del cuerpo.

Para Cerutti (s.f.) existen dos hechos que demuestran el nuevo valor que adquiere la Psicomotricidad en Francia: en 1985 el gobierno francés cambia el Título de Psicoreeducador a Psicomotricista y en ese mismo año el Centro de Reeducación Física de Tours modifica su nombre por el de Centro de Práctica Psicomotriz (Aucouturier, s.f.).

Sin embargo, al poco tiempo, el Ministerio de la Educación Nacional Francesa comienza a considerar al Programa de Educación Psicomotriz de los Jardines como prácticas subversivas para los niños. Su justificación es el exceso de libertad que se les brinda a los mismos; por lo que progresivamente esta práctica irá desapareciendo, siendo sustituida por prácticas corporales más estructuradas y funcionales (Aucouturier, 2010a).



La etapa actual

6.     Cuerpo tónico- emocional fantasmático: es la vía de proyección de todos los contenidos psíquicos e inconscientes, que nacen con el origen del cuerpo y que se proyectan en el mundo externo. Cuerpo como lugar de placer-displacer, de simbolización y de angustias, instrumento de la evolución psicológica y emocional.

El hallazgo del sentido profesional (1985-2010)
En 1986 se crea la denominada Asociación Europea de Escuelas de Formación en Práctica Psicomotriz (A.S.E.F.O.P.), que forma a los alumnos en una Práctica Psicomotriz basada en las ideas del Aucuturier.
Entre 1990 y 1995, a partir del progresivo desarrollo de una Intervención Psicomotriz propia, es que Aucouturier propone la denominación de Práctica Psicomotriz Aucouturier (PPA). El motivo por el cual toma esta determinación es, en sus palabras, “porque demasiadas personas venían a ver lo que yo hacía y luego se lo apropiaban sin reconocerlo”  (Aucouturier, 2010b, 101).
En 1996 se jubila y al mismo tiempo el Centro de Práctica Psicomotriz deja de funcionar (Aucouturier, s.f.).

En 1999 es coautor con Mendel del libro “¿Por qué los niños y las niñas se mueven tanto? Lugar de acción en el desarrollo psicomotor y la maduración psicológica en la infancia”.
En esta obra los autores refieren la importancia del movimiento para el desarrollo del niño, basándose principalmente en la teoría de Winnicott. Fundamentan que el movimiento y la acción motriz son estructuradores del cuerpo y del psiquismo. Se explica que la maduración psicológica de los niños transcurre por la vía motriz.
En relación al concepto de cuerpo, Aucouturier y Mendel (1999, 7), refieren que “movimiento y cuerpo es al niño lo que el lenguaje es al adulto”.

En el 2003 escribe el libro “Miedo a nada…miedo a todo…El niño y sus miedos” como resultado de un coloquio entre diferentes profesionales sobre el tema del miedo en los niños. El autor en cuestión es uno de los ponentes. Brinda una perspectiva diferente a la de los demás autores, sobre los miedos de los niños; intenta explicar la génesis de los mismos. Proponiendo que las angustias no tienen siempre una connotación negativa sino que cierto grado de angustia genera en el niño una dinámica de búsqueda, de un proceso de aseguración profunda. A su vez, plantea que si las angustias arcaicas son “mal contenidas” pueden transformarse en trastornos psicomotores.

En el 2004 escribe su última obra: “Los fantasmas de acción y la práctica psicomotriz” que refleja sus años de experiencia con niños en Educación y en Terapia.
El tema general del texto es la descripción de la Práctica Psicomotriz Aucouturier, con nuevas líneas, principios y fundamentos, que modifican su Práctica original, plasmando una Teoría Psicomotriz propia.
El Concepto Cuerpo, en esta obra se muestra como una vía para el desarrollo del niño, como instrumento de la evolución psicológica y emocional. Cuerpo como lugar de placer-displacer, de simbolización y de angustias; que siempre es en relación con otro, a través de la “expresividad motriz”.
Aucouturier (2010a, 88) afirma, que tantos años de experiencia y de trabajo “independiente”, le han brindado “(…) una dimensión más inconsciente y fantasmática a la relación con respecto al cuerpo (…)”, “(…) orientado hacia una dimensión tónico-emocional a la cual se agrega una dimensión fantasmática”.

Los conceptos más relevantes y novedosos que queremos mencionar, que hacen a esta “Nueva Práctica” son: la expresividad motriz[6], la representación de sí mismo, los engramas de acción, de inhibacción, las angustias arcaicas, los juegos de aseguración profunda y superficial, las resonancias tónico-emocionales recíprocas y las reformulaciones corporales.
Cabe destacar en esta obra la importancia que se brinda a los padres en la “construcción” del niño, la importancia de las primeras interacciones, el acompañamiento de la familia durante la infancia y el rol que se les otorga a los mismos en la Práctica Psicomotriz. Aspectos que a nuestro entender en libros anteriores quedan pendientes.

En el 2009 Aucouturier (2010a) se separa de la A.S.E.F.O.P. así como también de todas las escuelas donde enseñaba en Francia, ya que las mismas no le reconocen la autoría de su Práctica.
Sin embargo, actualmente esta Asociación continúa formando a psicomotricistas “no oficiales”, utilizando la Práctica de Aucouturier sin su presencia y su nombre, comenta el autor (Aucouturier, 2010b). Continúa impartiendo la PPA en diferentes países ya que crea una Escuela Internacional Aucouturier”, “(…) que está empezando a organizarse y que va a ser un organismo muy abierto a las personas que se interesan en mi trabajo” (Aucouturier, 2010a, 78).

Subrayamos la evolución que el autor sostiene sobre el desarrollo conceptual y práctico del concepto que nos compete en este trabajo.

“Desde el punto de vista conceptual mi punto de partida fue el cuerpo libre tomado más bien bajo una dimensión de expresión tónica y emocional que dicho sea de paso sigo conservando. Pero progresivamente se fueron agregando una cierta cantidad de fantasmas arcaicos que estaban mediatizadas por la vía del cuerpo y del movimiento. Eso me permitió completar mi concepción del cuerpo como cuerpo en movimiento, con sus sensaciones de tonicidad, de emoción, de fantasmas y de simbolización en relación con el mundo exterior (…) Desde el punto de vista práctico, esta conceptualización me permitió ir profundizando progresivamente la relación que el niño podía tener con el psicomotricista y determinó los medios técnicos sobre todo en un nivel terapéutico más preciso como la estrategia del pasaje por la vía arcaica del cuerpo, por la vía arcaica de las sensaciones, de los fantasmas, de la explotación técnica de todas las expresiones profundas inconscientes” (Aucouturier, 2010a, 83).
        
En la actualidad, el autor propone al cuerpo como: “(…) un medio de proyección de todos los contenidos psíquicos inconscientes, que nacen también con el origen del cuerpo, y se proyectan en mundo externo” (Aucouturier, 2010b, 93). A partir de esta definición se desprende que la Psicomotricidad, es una disciplina que estudia las relaciones del cuerpo y del movimiento con el mundo (Aucouturier, 2010b).

Reflexiones finales
El estudio de las metodologías cualitativas, “Historia de Vida”, nos hace pensar en la similitud de estas con la Intervención Psicomotriz, al tomar al sujeto inmerso en un contexto, con una historia singular que, de alguna manera, explica las producciones de la persona y da sentido a su vida. Surgiendo conocimiento en el entrecruzamiento de la subjetividad del investigado e investigadro.
El estudio de la vida del autor aclara parte de los fundamentos teóricos de nuestra profesión.
El concepto de cuerpo en su teoría ha tenido una evolución en la cual intervienen aspectos personales, profesionales e histórico-socio-culturales.
Existe una profundización de este concepto, más que modificaciones del mismo. “Descubrimos” diferentes dimensiones de cuerpo desde un nivel aparente, más concreto, que va complejizándose; agregando nuevos “niveles” a ese concepto de cuerpo inicial.
La relación entre el concepto de cuerpo y las diferentes formas de Intervención Psicomotriz que el autor propone, es un objetivo que podría ser analizado con mayor profundidad. Al igual que otros temas que quedan “abiertos” a seguir investigando.
Las entrevistas telefónicas limitan el discurso a lo meramente verbal. “Descuidando” el lenguaje corporal.
La diferencia de idioma acota la expresión verbal.

Bibliografía

Libros
·         Aucouturier, B. y Lapierre, A. (1974a). Éducation vécue. Les contrastes et la découverte des notions fondamentales. Paris: Doin.  (Trad. cast.: Educación vivenciada: Los contrastes y el descubrimiento de las nociones fundamentales. Barcelona: Científico Médica, 1977).
·         Aucouturier, B. y Lapierre, A. (1974b). Associations de contrastes structures et rythmes. Paris: Doin. (Trad. cast.: Asociaciones de contrastes, estructuras y ritmos. Barcelona Científico- Médica, 1977).
·         Aucouturier, B. y Lapierre, A. (1974c). Les nuances. París: Doin. (Trad. cast.: Los matices. Barcelona: Científico-Médica, 1977).
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[1] Las entrevistas se realizan vía Internet, en francés y fueron grabadas y luego traducidas al español y transcriptas.
[2] Conflicto desencadenado entre 1954-1962 por el reclamo de la independencia de Argelia que hasta el momento dependía de Francia.
[3] André Lapierre (1923-2008) profesor de Educación Física. Realiza años de trayectoria profesional junto a Aucouturier. Es creador de la Psicomotricidad Relacional.
[4] Crítica hacia la capacidad de los autores para realiza una Terapia Psicomotriz de la manera que ellos proponen y con la formación académica que tienen.
[5] Critica que no se menciona el cuadro nosológico que presenta el niño.
[6] Término que sustituye a expresividad psicomotriz, ya que entiende que en el concepto de expresividad están implícitos los aspectos psicológicos del sujeto. 




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