Esto sucedió cuando tenía 25 días
de vida. Si, era muy pequeña. Ese día, él me conoció. Su lugar era lindo,
simple. Mis padres le contaron que nací sin un hemisferio cerebral debido a un
accidente sufrido por mi madre en los primeros momentos del embarazo. Yo no me
acuerdo mucho de eso. Pero mi mamá tuvo que hacer mucho reposo. Yo nací grande
y fuerte, eso dice papi.
El día que él me vio por primera
vez hacía frío, creo que era invierno. Yo estaba arropada en brazos de mamá,
estaba super calentita, papá de vez en cuando me acariciaba y me contemplaba
con amor. Yo miraba un poco asustada, eso sí, no sabía bien que hacíamos allí.
Ellos charlaron, charlaron mucho, yo me dormí aburrida.
Luego él empezó a ir a casa, mejoró
mi movilidad, aunque a veces las convulsiones me dejaban un poco cansada. Ahora
puedo agarrar unos juguetes, incluso aquellos que están lejos de mis manos.
En noviembre yo tenía 4 meses, y
fuimos con él al agua. Los primeros días papá se metía conmigo ya que me daba
un poco de miedo y tiempo después me quedé sola con él. El agua me encanta, me
divierte, es re linda y calentita. Lo que más me gusta es un palo largo que
sirve para flotar, cuando me agarró de él parezco una nena grande.
Unos meses después me operaron,
creo que cerca de los ocho meses. La doctora comentó que había mucho líquido en
mi cerebro. Con razón me dolía tanto la cabeza, ahora tengo un pequeño tubo, no
me molesta.
Cumplí el año, estoy grande, me
muevo mejor, hasta puedo estar sentada casi solita. A veces me tambaleo un poco,
pero me ayudo con los brazos. Él no se da cuenta, pero a veces hago trampa y
los uso para sostenerme.
Mis padres me quieren mucho. Los
noto cansados, no estoy durmiendo bien. A veces tengo noches de mucho malestar
y ellos no pueden descansar.
Un día me desperté cansada, muy
agotada, había convulsionado mucho. Tenía un año y unos pocos meses. Fui a la doctora,
otra vez, me hicieron unos estudios, esta vez nos fueron tan molestos. Ya estoy
mejor.
Como mucho y muy rico. Otro doctor
me dice que estoy creciendo bien. Todos se ponen contentos. Papá es super divertido y mamá juega mucho
conmigo. Aunque debo confesar que siempre estoy esperando que llegue el día de
pileta, ¿los días tienen nombre?, tengo que aprender eso.
El otro día escuché algo de una Pandemia,
mis abuelos ya no vienen a verme al igual que mis tíos y primos. Extraño mucho
a mi prima, ella siempre me deja jugar con la muñeca azul.
También lo extraño a él, extraño el
agua. ¿Qué habrá pasado? Mi papá llega de trabajar con algo que le tapa la boca
y ahora solo salimos al patio. Me gustan los paseos.
Extraño el agua, lo extraño a él.
Él también me extraña.
Autor: Psicomotricista Diego Sensini .
Este texto fue escrito en el marco del Taller de Escritura Creativa para adultos: Jugar Sentir Escribir de nuestra Revista, coordinado por la Licenciada en Psicomotricidad Mady Alvarado y la Licenciada en Psícología Belén Portnoy.